El gas radón es un gas noble que se crea a partir de la desintegración radiactiva del uranio de forma natural y que está presente en suelos, rocas, el agua e incluso algunos materiales de construcción.
Este gas emana desde el sustrato en el que se apoyan los edificios y pasa atravesando materiales y juntas hasta llegar a los diferentes espacios interiores en los que hay aire. En estos se desintegra emitiendo partículas radiactivas que al inhalarse se depositan en las células respiratorias produciendo mutaciones del ADN y generando cáncer de pulmón.
Para alcanzar el objetivo de asegurar que los ocupantes no estén expuestos a unas concentraciones de radón que impliquen un riesgo para la salud, la Comisión Europea señala un valor medio anual de concentración de 200 Bq/m3.
El primer paso para la elección de la solución más adecuada es la medición de la concentración de radón. En función del resultado, la normativa de aplicación y las características del edificio decidiremos que solución o combinación de varias es la más adecuada.
Soluciones de aislamiento del edificio:
- Instalación de una barrera continua tipo lamina o de similar eficacia toda la superficie del cerramiento en contacto con el terreno.
- Sellado de los puntos críticos de la envolvente que presenten alguna discontinuidad como fisuras, grietas, encuentros, juntas de dilatación, etc.
- Empleo de puertas y rejillas estancas que limiten el paso de radón desde espacios no habitables hacia el resto del edificio.
- Creación de sobrepresión en los locales a proteger introduciendo aire en su interior a través de un sistema de ventilación mecánico.
Soluciones de reducción del radón antes de que penetre en los locales a proteger:
- Instalación de un sistema de ventilación en el espacio de contención, el cual pueder ser una cámara de aire (p.ej cámara sanitaria) o un local no habitable (p.ej garaje) que se encuentra entre el terreno y los locales a proteger del edificio,
- Despresurización del Terreno a través sistema específico que extrae los gases del terreno y los expulsa al exterior.
Soluciones de reducción del radón después de que penetre en los locales a proteger:
- Mejora de la ventilación natural o mecánica de los locales habitables favoreciendo la expulsión del radón hacia el exterior.
A continuación, analizaremos el caso de una Nave Frigorífica en Burgos en la que TOP ha realizado el Project Management en misión completa.
En un primer momento se realizó un informe partiendo de la solución A) descrita anteriormente, para determinar la necesidad de colocar lamina anti – radón bajo toda la solera de la futura nave industrial situada en Villalonquejar, Burgos. La nave presenta dos zonas claramente diferenciadas: una de refrigeración (frío positivo) y otra más pequeña de congelación (frío negativo).
Según el CTE – DB HS6, en su apéndice B, el municipio de Burgos se considerada en Zona 1, en cuanto a su afectación por emanaciones de gas radón por lo que se debe implementar una de las dos soluciones A o B descritas a continuación:
Salvo en zona de congelados donde se propondrá una cámara ventilada que además aislará la solera térmicamente, en el resto de la nave en este primer momento se prescribió la solución A: instalación de lámina anti – radón.
Tras este primer informe, se preparó un segundo documento para la justificación del cumplimiento de protección frente a la exposición al radón.
Para su redacción como concepto de partida se entiende que la barrera de protección será todo aquel elemento que limite el paso de los gases provenientes del terreno y cuya efectividad pueda demostrarse cumpliendo además las características relacionadas con la continuidad y durabilidad según CTE DB HS6.
La barrera propuesta por tanto, tendrá un espesor y coeficiente de difusión tal que la exhalación de radón prevista a su través E sea inferior a la exhalación límite (Elim).
Además, se calculó el valor de Exhalación límite correspondiente al volumen y caudal de ventilación del local.
Más tarde, se comparó que este valor quedó por encima de la exhalación de radón prevista para las dos situaciones siguientes:
- Barrera de protección mediante solera de hormigón armado.
- Barrera de protección mediante doble film de polietileno de baja densidad.
Para el cálculo de la Exhalación límite (Elim) se utilizaron los siguientes valores y condicionantes:
Actualmente, se tiene el conocimiento empírico de que el hormigón puede funcionar como barrera al radón por su bajo coeficiente de difusión en ciertas dosificaciones, obteniendo valores que oscilan entre 0.0005×10-8 y 130×10 -8 m2/s. Por tanto, dado el Coeficiente de difusión del radón del hormigón y con la intención de optimizar el uso de membrana anti-radón se propone la solera de hormigón como barrera de protección de los espacios que alberga la nave.
Los valores obtenidos en estudios anteriores[1] sobre el coeficiente efectivo de difusión de radón en el hormigón se recogen en bibliografía donde se considera un coeficiente de difusión del hormigón del orden de 10 -8 m2/s.
Según la solución A1 de la Guía de Rehabilitación frente al Radón, los muros y suelos de hormigón se entienden como barreras efectivas de protección contra el Radón para casos en los que el promedio de la medida de radón no supere los 600 Bq/m3. Según Mapa del potencial de radón de España del Consejo de Seguridad nuclear el municipio se encuentra en zona con niveles inferiores en todo caso.
Posteriormente se realizó el cálculo de la exhalación de radón prevista (E) para una solera de hormigón armado de 20cm de espesor y se comprobó el cumplimiento de la condición E < Elim, es decir, que la exhalación de radón prevista es menor que la exhalación límite.
Bajo solera se dispuso una doble lámina PROFILM, film de polietileno de baja densidad de espesor 200 μm. La primera lámina con solapes de 30 cm y la segunda lámina perpendicular a la primera con los mismos solapes. Ambas en conjunto tienen un espesor de 0,4 mm.
Mediante la comparación con otras láminas de similares características que mostramos en el siguiente cuadro se estimó un coeficiente de difusión del radón del orden de 10-11 m2 /s.
Y a continuación, se verificó que la barrera de protección compuesta por doble lámina PROFILM de espesor total 0,4 mm. cumplía la condición E < Elim, es decir, que la exhalación de radón prevista era menor que la exhalación límite.
Con este estudio final, podemos concluir que la solución de solera diseñada presenta una doble función, cerramiento de la envolvente y barrera de protección contra el radón, ya que la exhalación prevista no supera a la exhalación límite calculada para el volumen y caudal de ventilación del local.
Como medida adicional, se instaló una segunda lámina de film de polietileno bajo la solera. Por tanto, se validó la consideración de la solera sin juntas de hormigón como barrera teniendo en cuenta que para todos los puntos singulares como por ejemplo: juntas constructivas, contornos con panel, pilares, arquetas, entradas de conductos en solera, se instaló una lámina certificada anti radón con el ancho estándar de 4 poniendo especial atención al sellado de la lámina entre piezas y en los puntos singulares.
Por Pablo CONDE y Miguel San Millan (TOP ES)
